miércoles, 6 de junio de 2018

Reunión de Junta del 9/4/2018: Elección del Director



Primera reunión del año, con tema único y un trasfondo complejo. Tema único: la elección de la dirección del Departamento. Trasfondo complejo: una larga demora -al momento ya se habían electo las/os directores del resto de las carreras- y una controversial ruptura -manifestada públicamente a través de dos comunicados donde se hicieron explícitos los (ahora opuestos) rumbos políticos seguidos. La reunión, sin embargo, fue breve, y con seis votos a favor, dos abstenciones y dos ausencias tuvo como resultado la elección de Alberto Damiani como nuevo director del Departamento de Filosofía. Esperamos, pues, continuar con una gestión que, a través de criterios establecidos públicamente y en vistas del interés de la carrera en su conjunto, pueda estar a la altura de los desafiantes tiempos que corren tanto para la filosofía como para la intelectualidad en general. 



[Adenda al informe de Junta: al final del mismo, incluimos los dos comunicados mencionados a fin de clarificar la orientación de los espacios políticos ahora en ciernes + acta de la votación en consejo directivo]


Orden del día

1. Elección del Director

Estuvieron presentes: Alberto Damiani, Adrián Bertorello, José Fernández (mayoría de profesores); Ariel Fazio, Juan Manuel Heredia, Pamela Abellón (mayoría de graduados); Luis Sordo, Laura Milman (mayoría de estudiantes), Walter Flores (minoría de estudiantes).

Claudia Mársico da lugar a las propuestas de Director, tema único del orden del día. Adrián Bertorello (mayoría de profesores) propone a Alberto Damiani. Ariel Fazio (mayoría de graduados) acompaña la propuesta y presenta un plan de gestión ofreciendo su lectura a la Junta Departamental.

Laura Milman (mayoría de estudiantes) adelanta su abstención por no haber circulado con anterioridad el plan de gestión y no haber podido reunirse previamente con el candidato. Pamela Abellón (mayoría de graduados) adelanta su abstención por las mismas razones. Walter Flores (minoría de estudiantes) solicita la palabra para denunciar el carácter antidemocrático de la elección -refiriendo al voto directo como alternativa al voto ponderado actual. Denuncia el retraso en la elección, dado que al momento ya se habían realizado las votaciones correspondientes en el resto de los Departamentos. Menciona el informe de la gestión de Mársico y cuestiona la reforma del plan de estudios por no haber sido objeto de debate suficiente. Refiere a una serie de cuestiones del contexto nacional -tarifazos, debate sobre el aborto, paro docente- en su opinión ausentes en los debates de la carrera y adelanta que se va levantar al momento de la votación sin participar de la elección.

Se hace presente Alberto Damiani. Laura Milman y Pamela Abellón toman la palabra y preguntan si se va a tomar la decisión con el candidato presente. Ariel Fazio responde que puede ser una oportunidad para canalizar cualquier pregunta o inquietud sobre el plan de gestión. Pamela Abellón responde, a su vez, que no entiende el valor de discutir un plan de gestión que no fue presentado con antelación. Juan Manuel Heredia (mayoría de graduados) recuerda, en su calidad de Secretario Académico, que en las tres elecciones previas -en las que se eligió a la Directora saliente- el plan de gestión fue siempre presentado en la primera reunión de la Junta Departamental. Atento a esto, no habiendo dudas sobre el plan de gestión y dado que las representaciones adelantaron ya su voto, Ariel Fazio solicita una moción de votación que es aceptada. Antes de votar, Luis Sordo (mayoría de estudiantes) pide la palabra para aclarar que lo afirmado por Milman no representa a la totalidad de la agrupación, que hubo discrepancias respecto a los candidatos y que comunicados enviados por Épica tampoco son representativos ya que tanto él, otra representante en Junta Departamental y la apoderada de la lista fueron bloqueados tanto para publicar como para responder en la cuenta de Facebook de la agrupación desde la cual se enviaron dichos comunicados. Finalmente, adelanta que desde su representación en la mayoría de estudiantes van a apoyar la candidatura propuesta. Se pasa a votar.

Votación:
6 votos a favor: Alberto Damiani, Adrián Bertorello, José Fernández (mayoría de profesores), Ariel Fazio, Juan Manuel Heredia (mayoría de graduados), Luis Sordo (mayoría de estudiantes)
2 abstenciones: Pamela Abellón (mayoría de graduados), Laura Milman (mayoría de estudiantes)
2 ausencias: una por mayoría de profesores, una por minoría de estudiantes.


Aprobado por 6 votos a favor y 2 abstenciones.


Audio de la Reunión del 9/4/2018: https://www.dropbox.com/s/h7fol6unpptler6/1.m4a?dl=0


[Adenda a la reunión de Junta: los comunicados previos; el nuestro, primero, y la respuesta recibida]





Frente a la elección de la dirección de la carrera de Filosofía: comunicado de la mayoría de graduados (5 de abril de 2018)

Partiendo de la necesidad de representar los intereses de la carrera de Filosofía, en los últimos años hemos sostenido con convicción y firmeza desde la Junta Departamental, el Consejo Directivo y la Secretaría Académica el espacio político vinculado a la gestión del Departamento que está finalizando su mandato. Estamos convencidos que el trabajo de este espacio –con representación mayoritaria en los tres claustros- ha sido beneficioso para la carrera y en especial para sus graduados y docentes. Pensando en defender y consolidar el proyecto encarnado hasta ahora por dicho espacio nos encontramos ante la necesidad de explicitar nuestro posicionamiento en relación a una serie de hechos que tomaron estado público hacia fines del año pasado y que competen directamente a algunos de sus miembros.

En noviembre de 2017 circularon públicamente sendas misivas firmadas por los miembros de las listas de Consejo Directivo de la Facultad “Compromiso Universitario 18” (mayoría del claustro de profesores) y de “Filo Vuelve: Diferencia” (mayoría del claustro de graduados), en las que se señalaba que tras ser elegidos como representantes de las listas oficialistas de Consejo Directivo (el órgano de gobierno de la Facultad), la directora saliente de nuestro Departamento (Claudia Mársico), uno de los apoderados de nuestra lista en la Junta Departamental (Hernán Inverso) y otra profesora de la carrera, decidieron de modo unilateral pasarse a la oposición hegemonizada por el sector más antipopular del radicalismo universitario:


“...traicionaron el mandato de sus claustros, cambiaron sus votos y se sumaron de forma inconsulta a listas que apoyan y forman parte de la gestión de Barbieri, Nosiglia, Yacobitti y la Franja Morada al frente de la UBA. Estas listas, conformadas desde rectorado, solo tenían como objetivo dejar sin representación a quienes nos oponemos a las políticas de ajuste y mercantilización de la universidad pública” (comunicado de «Filo Vuelve: Diferencia» titulado “Elección de consejeros superiores: logros y traiciones”, circulado por mail y publicado en el blog de la agrupación «Letras Vuelve» el 15 de noviembre de 2017).


Contra los intereses de la Facultad de Filosofía y Letras en su conjunto, nuestros consejeros directivos decidieron plegarse a una estrategia diseñada junto a Emiliano Yacobitti (presidente de la UCR Porteña durante los últimos ocho años, ex-Secretario de Hacienda de la UBA y, de momento, vice-decano de la Facultad de Ciencias Económicas), estrategia que serviría para pavimentar, mediante una oposición dialoguista a la medida del oficialismo radical en Rectorado, el camino de sus aspiraciones a rector en cuatro años. Y, en efecto, las listas que en calidad de apoderados y representantes conformaron en las últimas elecciones de Consejo Superior (el órgano de gobierno de la Universidad) los asociaron a dirigentes de conocidas trayectorias políticas ligadas al PRO, la UCR y el peronismo shuberoffista que tienden a no acreditar muchos  artículos con referato pero sí numerosas sospechas de corrupción y desvío de fondos de la Universidad Pública . Baste mencionar que el primer suplente de la lista de profesores (de la cual Mársico es segunda suplente y apoderada) es conocido como el «Yabrán de los medicamentos» («Mafia de los medicamentos: la conexión José Luis Lingeri-Néstor Vázquez», en Lapoliticaonline.com del 8 de septiembre de 2009), mientras que sus principales asociados en el claustro de graduados ostentan los lugares más destacados en el informe del periodista Alejandro Bercovich sobre las denuncias de corrupción en el Hospital de Clínicas (Informe «Los Buenos Muchachos detrás de Lousteau» en el programa Minuto Uno del canal C5N del 24 de junio de 2015).

No debería entonces llamar la atención que la iniciativa encarada haya suscitado un enérgico repudio por parte del resto de las carreras, representadas por varios Directores de Departamento (como Miguel Vedda de Letras, Marcelo Campagno de Historia, Pablo Pineau de Educación, Ricardo Manetti de Artes, Liliana Pégolo de Letras Clásicas, autores firmantes entre otros de la denuncia pública de la mayoría de profesores). Esta “aventura política” no sólo subordina objetivamente la autonomía de la carrera a intereses externos (digitados, centralmente, por la muy poco humanista Facultad de Ciencias Económicas) y alienta el “retorno de lo superado” en el Departamento, sino que también deja a Filosofía en un lugar de extrema vulnerabilidad moral en el concierto de la Facultad. En este marco, frente a un movimiento que no sólo mancilla nuestra propia trayectoria sino que impone sobre la carrera toda la carga de la traición, cabe ante todo plantear la pregunta intencional para explicar qué pudo llevar a dilapidar la legitimidad de una gestión de cinco años avalada tanto por su propio quehacer como por la historia del espacio político al que pertenece. Pero la respuesta difícilmente redima: aparentemente, no mucho más que algunos cargos -secretarías o subsecretarías en el Rectorado, espacios en el CBC y un instituto apropiable por filósofos- junto a la promesa de apoyo para una candidatura al decanato de la Facultad en cuatro años.

Esto último -la cláusula política- expresa la veta más sincera del acuerdo, precisamente porque define el objetivo táctico de un proyecto político concreto -esto es, un decanato de la carrera de Filosofía- independientemente del acceso a los cargos actualmente a disposición. Pero es también lo más vituperable. Porque -hay que decirlo- este proyecto, de resultar exitoso, subsumiría a la Facultad de Filosofía y Letras en una estrategia trazada por lo más rancio del radicalismo porteño, cuyas ambiciones parten del poder que actualmente ostenta en la UBA para terminar de afianzar el del Gobierno de la Ciudad. Como recientemente afirmara un diario de tirada nacional, se trata de un entramado que excede, en mucho, a los intereses de nuestra carrera:


“Otros dos temas cruzan la mente del «Tano» [Angelici]. Uno es el poder universitario. Tras un acuerdo estratégico con el poderoso Emiliano Yacobitti (hombre fuerte de la UCR porteña y secretario de Hacienda de la UBA), llevaron a Juan Pablo Más Vélez a ser el segundo de la estructura de la universidad más grande del país. Todo cierra para el radicalismo allí: la secretaría de Asuntos Académicos continúa en poder de María Catalina Nosiglia, hermana del Coti, el histórico operador todoterreno de la UCR. El otro tema es el radicalismo, en su versión porteña. Uno de los sueños que deslizó a sus interlocutores es lograr presidir el histórico partido que lo vio crecer en la militancia. Con el apoyo del Presidente [de la Nación], Angelici piensa que puede juntar voluntades para tal fin. Al menos, su nueva alianza con Yacobitti en la UBA le permite soñar...” («Angelici suma poder en la UBA y sueña con ganar la UCR porteña», nota en la edición impresa del Diario Perfil del domingo 25 de marzo de 2018).


Es difícil no sentir el frío por la espalda cuando, en sus palabras de despedida, la directora saliente se propone “impulsar siempre el despliegue de potencialidades de nuestra comunidad” en el marco de “los nuevos espacios de la Carrera en el nivel de la Universidad que abren una etapa de interesantes proyectos colectivos”. Ciertamente, «interesante» se dice de muchas maneras; el problema es la manera en que se dice en este caso particular. Y ya que en la misma misiva se insiste con el “clima de armonía” que caracterizó a las últimas gestiones del Departamento de Filosofía, cabe recordar que, en su acepción platónica, lo armónico incluye no sólo la belleza, sino la verdad y el bien, elementos que parecen escapársele a una propuesta que choca con la tradición crítica y socialmente comprometida que la Facultad de Filosofía y Letras -independientemente de aquellos aspectos negativos de sus gestiones coyunturales- supo compartir con otras Facultades de la UBA como la de Ciencias Exactas y Naturales o la de Ciencias Sociales.

Nos encontramos entonces en una posición ardua y compleja, a todas luces empeorada por un contexto general en el que, a cien años de la Reforma Universitaria, se pone en cuestión desde la gratuidad de la enseñanza hasta el rol de las Ciencias Básicas, las Ciencias Sociales y, por supuesto, las Humanidades. Y el contexto particular no es mucho mejor: los gobiernos institucionales -de las carreras, de las facultades y de las universidades- han tendido a estancarse en la mera administración de lo dado sin que se vislumbren mayores orientaciones académicas para la construcción de una cultura intelectual acorde a los tiempos; los vínculos entre las carreras han tendido a mermar y las actividades o proyectos de carácter transdisciplinario están lejos de verse como una prioridad o, siquiera, un objetivo loable; el recorte en organismos como el CONICET empieza a manifestar la presencia de las mismas prácticas arbitrarias a las que varias generaciones de académicos fueron forzadas a acostumbrarse… Y se sigue pensando no sólo la política sino la ciencia como simples medios de ascenso personal, a nivel individual, o de rentabilidad, a nivel social. Indudablemente, nos encontramos frente a un desafío institucional que interpela no sólo a la carrera de Filosofía sino a la intelectualidad en su conjunto.

Frente a este escenario, consideramos que ningún pragmatismo justifica una alianza que a todas luces contradice las convicciones políticas, ideológicas y éticas que venimos tratando de poner en práctica. No comulgamos en absoluto con la idea de que en la política el fin justifica los medios, porque estos últimos –más cuando se trata de alianzas estratégicas– inevitablemente moldean y permean de lleno aquello que queremos y buscamos. Mucho menos cuando el «fin» ni siquiera llega a ensayar una justificación de sí mismo, pues lo político no se define por cargos (o aspiraciones personales) sino por la realidad efectiva que un proyecto logra materializar. Desde aquí, entonces, manifestamos públicamente nuestro distanciamiento respecto a este y cualquier otro proyecto político que pierda de vista las necesidades, los objetivos y, especialmente, los principios históricos de las carreras de la Facultad de Filosofía y Letras, adelantando que, en ocasión de las próximas elecciones que determinarán la dirección del Departamento de Filosofía, propondremos una candidatura que exprese las convicciones necesarias para seguir construyendo nuestra carrera como un espacio autónomo desde el cual afianzar el compromiso de apertura, equidad y dinamismo asumido originariamente.

L. Barreras, A. Fazio, J. M. Heredia, N. Pagura – mayoría de graduados de la carrera de Filosofía (UBA)

Referencias:

1. “Elección de consejeros superiores: logros y traiciones”, circulado por mail y publicado en el blog de la agrupación «Letras Vuelve» el 15 de noviembre de 2017: https://letrasvuelve.wordpress.com/2017/11/15/eleccion-de-consejeros-superiores-logros-y-traiciones/

2. «Mafia de los medicamentos: la conexión José Luis Lingeri-Néstor Vázquez», en Lapoliticaonline.com del 8 de septiembre de 2009: http://www.lapoliticaonline.com/nota/38825/

3. Informe «Los Buenos Muchachos detrás de Lousteau» en Minuto Uno del canal C5N del 24 de junio de 2015: https://www.youtube.com/watch?v=KupCyyXNAb4&t=764s

4. «Angelici suma poder en la UBA y sueña con ganar la UCR porteña», nota en la edición impresa del Diario Perfil del domingo 25 de marzo de 2018: https://www.pressreader.com/argentina/perfil-domingo/20180325/281792809571907


---segundo comunicado (respuesta al anterior)---




El ser humano nunca deja de sorprender. Frente a la elección de la dirección de la Carrera de Filosofía: comunicado de la mayoría de graduados (6 de abril de 2018)

En el día de hoy algunos graduados que no representan siquiera la mayoría de la lista, por no hablar del espacio, se arrogó el derecho de hablar por todos y desperdigar una serie de infamias que desvirtúan la vida  institucional. 

Sorprende más todavía que venga de quienes en estos meses se negaron a toda instancia de diálogo y capitanearon un bloqueo de reuniones en los tres claustros, para llegar a la elección de Junta confiados en votos circunstanciales y jugando a presionar "por las malas" al resto. Cabe enfatizar, por tanto, que cualquier decisión que tomen es a título personal y no representa la posición de un espacio amplísimo de graduados que condenamos estas prácticas.

Respecto del delirio que usan como justificación, es admirable el modo en que no temen controvertir datos que están a la mano de cualquiera. En las elecciones de Consejo Superior hubo tres espacios tanto en Profesores como en Graduados: el tradicionalmente mayoritario, al que se asocian las críticas que enuncian, una segunda lista integrada por el remanente del esquema de "cuatro Facultades", y la lista "22 de noviembre de 1949", fecha del decreto de gratuidad de la enseñanza universitaria que deja pocas dudas respecto de su orientación, que es la que integramos. Allí se encuentran Facultades tradicionalmente cercanas y se conformó precisamente como oposición a la mayoría tradicional. 

En contra de este dato pretenden engañar y confundir diciendo que se integró una lista diferente y mencionando referentes de un espacio distinto. Respecto del espacio que integramos, junto a las Facultades de Ciencias Sociales, Veterinaria, Medicina y grupos afines, lo hicimos sin reparo alguno, sin necesidad de cálculos tácticos y prágmáticos, porque su ideario responde por completo al espíritu con que llevamos adelante la tarea en el ámbito del Departamento. La Universidad no es una novela mala con buenos y villanos sino un espacio institucional amplio frente al cual la respuesta no puede ser replegarse en la inacción, especialmente cuando se adoptó el compromiso de hacer crecer los espacios de la disciplina y de las Humanidades en general.

A diferencia de personajes que se niegan repetidamente al diálogo y descerrajan luego textos irracionales y ofensivos, nosotros cumplimos con el mandato asumido en la Junta Departamental y en el Consejo Directivo y trabajamos hoy en los mismos espacios actuando siempre con la clara convicción de sostener lo mejor para la Carrera y para la Facultad, en un escenario que no afectó su posición y creó, por el contrario, nuevas vías de acceso a la Universidad y de trabajo con otras Unidades Académicas. La vulnerabilidad viene de la mano de violentos que comenzaron ya a amedrentar colegas y a sembrar un discurso de buenos y malos que parecía desterrado. Estrictamente no hay registro en la Carrera de este tipo de acusaciones a colegas como si se trataran de delicuentes por diferencias respecto del destino de la cosa pública. 

Ojalá se tratara de gente con poca información que confunde las cosas, pero estamos, al contrario, frente a quienes siguieron activamente los procesos de discusión sobre este punto y saben perfectamente que bajo cualquier criterio de verdad que quieran utilizar están tergiversando las cosas para justificar un cálculo mezquino y personal de prebendas míseras. Si de traición cabe hablar, a ellos les cabe el sayo.

Por lo demás, lamentamos sinceramente que esta instancia se vea alterada por esta estrategia irracional, violenta y anti-institucional de negarse a discutir en una mesa común la mejor opción para llevar adelante el Departamento en el próximo período como si se tratara de un coto de caza privado con príncipes y súbditos. Los invitamos, como en reiteradas oportunidades, a rever esta posición, reabrir el diálogo y tomar de manera responsable la tarea de representación, a la vez que reafirmamos ante nuestra comunidad el compromiso de sostener los espacios de pluralidad que contruimos en conjunto.

Espacio de Sinergia


---acta de la votación en consejo directivo (aprobado por 8 votos a favor y 7 abstenciones)---



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